Ya estamos inmersos en el proceso que viene preparándose desde Julio 2019 que nos lleva hasta mediados de 2020. Si nos ponemos a revisar todo lo sucedido entre Julio y hoy diciembre, podemos tener una idea de nuestro profundo cansancio y agotamiento. Todo y cada una de las cosas que fuimos viviendo fueron un profundo aprendizaje sobre lo que dará comienzo con este Eclipse del 26 de Diciembre. Estos últimos meses fueron para mostrarnos que podemos ir más allá de nosotros mismos. porque es desde ese punto desde donde podremos confiar en nuestro propio proceso de transformación, pero sobre todo de saber que somos los únicos responsables de gestionar nuestra vida. Ya no queda espacio para echar culpas a nuestro pasado o a otras personas, porque en este proceso todo eso fue desgajándose para quedar desnudo frente a nuestras posibilidades y ante nuestras debilidades (Quirón en Aries). Existen dos maneras de comprender y vivir el Presente, como siendo arrastrado desde el Pasado, o vivir y comprenderlo como siendo arrastrado hacia el Futuro. Un gran giro de perspectiva es el impulso que acompaña este Eclipse con el trígono entre Júpiter en Capricornio y Urano en Tauro, pero la clave se encuentra en el cambio de valoración, o lo que Nietzsche llamó la transvaloración de los valores. salir de la moral impuesta por un sistema que sólo busca conservarse, para ir hacia el encuentro de nuestro ser y sobre lo que vale la pena construir. Y esta es la decisión y la responsabilidad que tenemos que asumir. Es salir de la espera pasiva con la esperanza de un futuro redentor para pasar a ser artífices de lo que deseamos.
Toda y cada una de las cosas que fuimos viviendo desde Julio 2019 hasta este diciembre fueron un profundo aprendizaje sobre lo que dará comienzo con este Eclipse del 26 de Diciembre. Todo fue para mostrarnos que podemos ir más allá de nosotros mismos sobre todo referente a las dependencias emocionales. Estamos viviendo momentos de extrema encrucijada y de redefinición de conceptos como Futuro, proyección, sentido, soledad y amor ante un mundo que va mostrando cada vez en forma más acelerada sus miserias. El concepto de abundancia se asocia con el poder encontrar aquello que nos saque del estado de supervivencia emocional y con la capacidad de conectarnos con aquello que nos haga vibrar, porque con este Eclipse iniciamos la construcción del sentido perdido. En los últimos seis meses una enorme fuerza nos enfrentó con las emociones más extremas, con identificar lo que queremos unido con lo que debemos dejar atrás, pero también con la responsabilidad que nos cabe en reconocer la libertad interna de hacerlo. Pero muchas veces, y en este proceso con mayor vigor, sale a luz la energía de Saturno que nos marca el límite interno, esa muralla que tenemos internalizada y que sentimos que no podemos o no tenemos derecho a traspasar. Júpiter en conjunción al Nodo Sur y el sextil de Marte desde Escorpio a Plutón es un impulso a saltar y romper esos límites, a través de un orden y persistencia interna que sólo se pueden sostener cuando hay sentido acompañado con la creencia en la propia capacidad de hacerlo.
No existe ninguna posibilidad de avance desde una posición de escasez y sobre esto trata este Eclipse. Con escasez no me estoy refiriendo en términos económicos, sino a los recursos internos remitidos hacia sabernos posibles de tomar la vida en nuestras manos. Aunque parezca una frase armada, en su interior esconde una de las cosas más complejas, porque está asociado a la posibilidad del desapego de nuestros hábitos, para desprendernos de lo caduco que convive en nosotros.
No desperdiciemos nuestra energía en luchar contra lo que por sí solo está finalizando o terminando, utilicémosla en poner claridad y balance entre lo que queremos y lo que sentimos.
Mariana