Llegamos a la Luna Nueva en Virgo este 30 de Agosto, para construir el camino que nos va a conducir hasta Diciembre 2019. Este año màs que nunca es importante poner en orden nuestra mente y nuestro deseo. Es una época de mucha confusión en la que estuvimos navegando y afirmandonos sobre nuevas bases luego de haber atravesado momentos y sentimientos extremos de no pertenencia. Lentamente y a medida en que podamos tener mayor claridad sobre lo que deseamos para nuestra vidas podremos comenzar una labor de sistematización. Esta Luna es una puerta a través de la cual podemos vislumbrar lo que será el año 2020. Venimos mencionando ya en varios artículos la influencia de Urano desde Tauro, como el factor de cambio de todo tipo de estabilidad que se base en la permanencia. Este principio puede sonar contradictorio, pero es el necesario para esta época. La única pertenencia real se encuentra en la capacidad que tengamos para construirla. sta energía ya la estamos sintiendo y es un llamado a ponernos en marcha. ¿Pero desde dònde?, porque cada planeta toma la vestimenta del signo en el cual se encuentra. Venus, Marte, Mercurio, el Sol y la Luna se encuentran unidos en el signo de VIrgo, el del orden, el discernimiento. El signo que nos permite discriminar para poder asimilar e integrar lo necesario para luego poder construir con otros. El trìgono que está formando Urano a este grupo de planetas es una llamada clara a movernos y pensar de una forma diferente y nos ayuda a romper con idealizaciones de perfecciòn en la que puede caer este signo. La idealización de la perfección es un límite que nos ata a la inmovilidad. La perfección se encuentra en la capacidad que tenemos de darnos cuenta que la vida es la búsqueda de equilibrios, porque en el equilibrio sea cual fuere, sentimos placer. Lograr ese equilibrio es un trabajo y nos lleva esfuerzo, NO Exigencia. La exigencia es externa, el esfuerzo parte de un impulso interno a logros de equilibrio y unidad de conciencia. Este es el mensaje de la unión de los 5 planetas personales en Virgo. Este es un gran trabajo mental de unificar acción y deseo. ¿Hacia dónde queremos dirigirnos? es la pregunta que moviliza. Sin esta consigna, el movimiento, el deseo y la mente quedan nubladas (se està por perfeccionar la última cuadratura Neptuno-Júpiter). No es momento de descansar en el optimismo, sino de trabajar por èl.

Hasta este momento de la Luna Nueva en VIrgo Marte, el planeta de la acción) es el que iniciaba los cambios de signo, ingresando en primera instancia para luego recibir a Venus, el Sol y a Mercurio. A partir de ahora, esa función queda en manos de Venus. Venus no sòlo se refiere al amor, sino también a la valoración, al dinero y al deseo como energía de vida que nos lleva a movernos hacia lo deseado. Es imprescindible tener objetivos claros.

La influencia de esta Luna para cada signo la podes encontrar en Instagram Zonas Humanas