El último Eclipse de una serie, es un acontecimiento a animarse a vivir, sentir y ante todo aprovechar. Aprovechar para transitarlo y tomar real conciencia de que aquello de lo cual no hemos podido desprendernos, urge por ser soltado.

La configuración en la que se desarrollará este evento es muy tensionante. Lo suficientemente tensa y molesta como para procurarnos las herramientas para impulsarnos a desprendernos de lo que podemos llegar a sentir como la Moira (Karma) personal.Cuando se habla de Karma, no estamos hablando de las Moiras, de carácter totalmente impersonal e inflexible como la concepción que tenían los griegos del Destino, sino que es aquello que opera desde el inconsciente y que nos atrapa y nos toma completamente.

Toda esta semana, Mercurio/Hermes, ha estado conectado con Júpiter/Zeus, vinculando dos ámbitos de la conciencia,  Júpiter comunica a través de Mercurio. Mitológicamente se caracterizaría como el camino hacia la Diké.

Dike es hija de Themis (Justicia) y Zeus, y tiene dos hermanas Eunomía (El Orden), término utilizado luego por Solón para hablar de su concepto de «estado equilibrado» y armónico y Eirene (La Paz). Como pueden ver esta relación de equilibrio y paz es la que debemos encontrar en nuestro estado de conciencia. A esto no se llega mágicamente, ni por un eclipse o por alguna determinada alineación planetaria. Sino sólo con nuestras propias herramientas redireccionadas hacia el Dharma (Nodo Norte). 

Con lo que sí tenemos que lidiar será con la energía de agua, con el ámbito emocional. El eclipse se da en Piscis junto a Nodo Sur (Karma) Neptuno y Quirón (herida a sanar). Todo aquello que en estos años no hemos podido resolver, se manifestará para que lo dejemos atrás -resolverlo internamente-. Este es el puente de conciencia que estuvo extendido entre Júpiter y Mercurio en esta semana. Ese puente que posibilita que en forma consciente nos dirijamos hacia el Nodo Norte (salir de las manos de la Moira).

La conjunción de Urano, Venus y Marte en el Aries, es muy dinamizadora, pero podemos sentirla como que nos empuja, nos arroja (dependerá donde se encuentre Aries en la carta astral de cada uno) a la acción. Eris entra en esta tensión proponiéndonos un desafío, preguntarnos si somos capaces de ir por lo propio. Ver artículo sobre Eris/Urano

¿Como juegan las Estrellas Fijas en este escenario? Júpiter sigue en conjunción a la estrella Spika, de disposición dulce, amor al arte y acuerdos, pero en oposición a Urano y cuadratura a Plutón puede tornarse con falta de escrúpulos e injusta. Ver artículo Eclipse 2017. Habrá que tener mucho equilibrio para no caer en injusticias o situaciones de dominación, ni provocarlas.

Sheliak y Danheb en capricornio junto a Plutón, también toman protagonismo ofreciendo la chance de encontrar espacios de creación y de armonía (Sheliak), para transformar esta energía tan tensa en la oportunidad de dirigir la acción de Marte en Aries, hacia los objetivos propuestos, siempre y cuando encontremos la capacidad de mando sobre nuestros deseos y proyectos (Danheb).

En Aries en el mismo grado en que se encuentran Urano/Marte y Venus, está ubicada la estrella Baten Kaitos, los cambios no van a faltar, y no se los puede frenar. Pero es imprescindible tener un plan, un proyecto al cual dirigir la enorme energía que mueve esta configuración, y no quedar entregados y envueltos en el velo Neptuniano de la mera disolución. Esta opción puede llevarnos a que cuando Venus comience a retrogradar, la autoestima quede destrozada y sumergidos en un profundo desamor y desasosiego sobre nosotros mismos y sobre el mundo en general.

Este Eclipse es muy positivo si hemos tomado consciencia de aquello de lo cual «ya»debemos desprendernos, y esto depende del trabajo interno de cada uno. Ese trabajo que venimos haciendo en forma más acelerada desde la Luna Nueva en Acuario y el  Eclipse Lunar del 11 de febrero

Bueno, aquí estamos, en el sendero propuesto para descubrirlo, vivirlo y disfrutarlo.

Mariana,23 febrero 2017

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