El valor de la palabra pareciera detenerse, la intensión que lleva la maravilla de la comunicación puede quedar devaluada, mal interpretada y distorsionada. La comunicación clara es un arte, porque implica la unión indisoluble de lo que se siente y se piensa. Solo de esa manera podemos expresarnos claramente y sinceramente. Cuando otros factores subrepticiamente se escabullen en el hilo de unión entre ser pensar y sentir, se resquebraja la magia de la palabra. Las palabras debilitadas quedan en el olvido del dolor y el disvalor. Esto es lo que pone de relieve este tránsito de Hermes/Mercurio encargado de distribuir el poder del comunicarnos, de la conexión entre idea, pensamientos, sentires y expresarnos. Discernir se hace nebuloso y dificultoso. Encontramos resistencias externas e internas. Desde el 23 de marzo hasta el 15 de abril son días para ser lo más claros posibles, el cuidado en lo que comunicamos es imprescindible. Este periodo está muy influenciado por repensar temas pendientes relacionados con la propia capacidad de acción y a partir de allí alejarnos de involucramientos de con lo caducó, con un discurso vacío que una y otra vez se reitera y que merma la fuerza y la capacidad de emprendimiento, para dejar paso a poder enfocarnos con amplitud y disponibilidad completa sobre lo realmente importante. Todo este proceso es un proceso interno, que tendrá su momento cúlmine del 1 al 15 de abril. La primera fase (del 23 marzo al 1 de abril) es importante no focalizarnos en el afuera, evitar estériles discusiones y reacciones sino volver nuestra reflexión intentando la claridad interna que nos va a costar mucho sostener. Comunicar lo necesario e imprescindible, en tanto que por dentro ponemos orden. Estamos en un inicio de año con una dinámica dual. Por un lado la urgencia de sentir que ya hemos resuelto inestabilidades y ver resultados y por el otro el del movimiento estancado, ralentizado que nos remite hacia lo interno del pensamiento, los miedos y temores. Luego del 1 de Abril ya tendremos una somera idea de lo que puede sobrevivir a esta retrogradación, la validez de lo dicho será la única construcción posible sobre todo de nuestra dirección de vida, volviendo la mirada hacia el por qué del peso de las palabras vacías dichas y escuchadas siguen teniendo cabida, siguen teniendo el poder de ser emitidas. El vacío es un espacio de construcción y creación, tratemos de evitar de llenarlo de palabras muertas, vacías y denigradas. Cuando el 15 de Abril finalice el periodo retro, podemos tener otra lectura de las palabras, está en nosotros la disposición a la re-lectura de los discursos, de las relaciones vacías, de las que solo quedan en palabras para reformularlas o alejarnos. Evitar que Eris (discordia) se nos haga carne, porque nos aleja y disgrega. El camino de lo releído abre abismos y vacíos que pueden ser maravillosos momentos de creación o finales. De la nada nada surge, y es momento de surgir. Demos valor, materialización y concreción a lo que decimos y nos dicen. A lo que pensamos y expresamos. Desde la valoración del discursos palabras perduran y otras se desintegrarán en la triste y amarga realidad de no ser. Resultados y pruebas sobre este periodo tendrán lugar entre el 10 y 14 de Mayo cuando el Mercurio Urano y Luna se encuentren y activen a Eris. Estamos releyendo acontecimientos de fines de septiembre y octubre 2016, prestemos atención, a lo dicho a lo no dicho y a cómo nos suenan y resuenan hoy palabras de esos momentos.
En todo el trayecto de Mercurio entre los días 23 de marzo y 15 de abril estará tocando los grados en los que los nodos Leo-Acuario se encontraban al momento de los Eclipses del 31 de enero, del 15 de febrero, recordándonos las puertas a traspasar. Lo que estemos procesando en este periodo se volverá a activar con los eclipse que tendrán lugar el 13 y 27 de Julio.
Mariana
2 comentarios sobre “Mercurio Retrógrado. Dónde van las palabras? Evitar la discordia.”