Estamos a las puertas de grandes cambios que es muy probable que ya lo estemos sintiendo.  Muchas veces durante este año hemos hablado de los cambios internos que teníamos que hacer. De enfrentarnos a nuestros miedos, a nuestras trampas y sobre todo a las propias verdades. Con todo esto hemos tomado decisiones, hemos cortado lazos, hemos tomado rumbos y decidido realmente sobre cómo, anhelamos y deseamos profundamente nuestra vida. Ahora que nos encontramos a las puertas de grandes cambios que se irán sucediendo a partir del 19 al 22 de diciembre, y luego de un gran trabajo de confrontación y depuración tanto interno como externo sentimos un gran agotamiento vital. Este agotamiento se condice con las alineaciones que se dan estas dos primeras semanas de diciembre. Un período de introspección que nos marca la retrogradación de Mercurio unida a la Luna Llena de Géminis, fuertemente aspectada por Neptuno y Quirón. ¿Qué significa esto? que estaremos en una etapa muy emocional. Que tendremos que modificar radicalmente la forma de procesar la información, en el que no tendremos que dar por seguro lo que escuchamos y lo que nos dicen. La información habrá que tamizarla, todo tendrá dos lecturas. Noticias que no reflejan la verdad, proyectos que se demorarán. Estas postergaciones ayudarán a que podamos reformular condiciones. Sentiremos dudas sobre nuestras decisiones, con mucha incertidumbre y con enormes dudas son intentos de sabotajes internos, de no saber en qué ni en quién confiar. Replantearnos en qué situaciones nos encontramos, si es correcto o no, repensando sobre el pasado, culpándonos y culpando. Las herramientas de las que disponemos para afrontar y sobrellevar estos embates es tomar conciencia de que quedarnos estancados en este tipo de pensamientos es recostarnos en ecos de temores que, cual Cantos de Sirenas homéricos, nos perturban y nos nublan, intentando que retornemos a espacios que imaginamos seguros, pero que no lo son. Lo que tenemos que saber es que lo importante en este período es poner límites a nuestros pensamientos, a nuestros miedos. Una mirada realista es la que nos guiará en este derrotero de reflexión y de reencuentros que se darán en estos días (conjunción Mercurio con Saturno).  Si sostenemos nuestros pensamientos y nuestra acción dirigidos a sostener nuestros proyectos, será un buen momento para darnos cuenta de los cambios que tenemos que hacer para mejorar nuestros planes. Tomemos estos días hasta el 18 de diciembre como un necesario tránsito  para tomar fuerzas internas (aunque estemos agotados) previo a un gran cambio en el cual tendremos muchos momentos para construir sobre terreno más firme.  Fechas importantes de Mercurio Retrógrado