Quizás en esos días sintamos que nos hemos encontrado con un oasis en medio de tanta tempestad y polvareda. Un lugar de reparo donde hacer pié y desde donde reencontrarnos con la confianza de que si bien es duro y trabajoso, estamos haciendo bien. Porque estamos eligiendo. Las resoluciones y las relaciones pueden finalmente ser o no ser lo que esperamos, pero de lo que si vamos a estar plenamente conscientes y  tranquilos es de que estamos construyendo desde un terreno limpio. Desde la fuerte convicción de que aquello que decidimos tiene necesariamente que ubicarnos en un momento de paz interna. Este es el efecto de Júpiter con Venus, contactarnos con nosotros desde la generosidad, no en un estado de justificación del ego (recordemos que estos dos planetas se encuentran en Escorpio), sino desde darnos la oportunidad de confiar plenamente en la valoración que tenemos sobre nuestra vida, sobre nuestro actuar y sobre nuestro amor. Quizás ya no nos ilusionemos desde la fantasía, sino desde la capacidad y la voluntad de hacer y de relacionarnos. Esta clase de ilusión (distinta a la fantasía), nos lleva a la acción. Tengamos presente y muy en cuenta el 23, 24 y 25 de diciembre, días que seguramente nos demos real cuenta de qué hemos estado definitivamente dejando y qué estamos aceptando. Tengamos en cuenta que la unión anual de Júpiter con Venus se  intensifica con el trígono de Neptuno y Venus, aportando el romanticismo y la ilusión que requerimos para crear. Porque somos creadores de nuestra vida, y si no comprendemos que la construimos desde el amor bien entendido, desde el amor que significa respeto y valoración, las vidas se vuelven vacías y destinadas a la confrontación por el poder. Estamos en Escorpio con una comunidad de planetas conviviendo en este signo y con Plutón en aspecto tenso con Marte. Esto implica que tenemos la posibilidad de realmente poner la energía en liberarnos de ataduras tanto internas como externa sobre todo las que cercenan nuestra valoración y nuestras capacidades de  construir desde lo propio, desde el amor y desde la plena confianza. Confianza que debe ser real y no influenciada por Neptuno quien nos puede conducir a la ingenuidad y la fantasía. La creación es concreta, no es ilusoria, pero sin ilusión no hay creación, no hay sentido.