Estamos en el mes de Escorpio, territorio de lo intangible, en el cual en general nos sentimos enfrentados con lo profundo, con los deseos que subyacen y que no permitimos que salgan a la luz porque significaría tomar real cuenta de en qué medida dependemos de los demás para la propia valoración. Tierras de pasiones, de confrontación entre lo que nos es propio y lo que es de otros. Es un buen mes para significar lo que implica abrirse a otros, compartir lo nuestro con el otro, para balancearnos en esa intensidad que implica la resignificación profunda de nuestras reales necesidades. Para captar cuáles son los propios miedos que depositamos en lugares y en personas que se nos presentan como inhóspitas porque a su vez están intentando sostenerse en lo conocido.
Re evaluamos relaciones, en quién y quiénes podemos confiar, y es muy probable que nos demos cuenta de que no es un tema de confianza, sino de comprender desde la intensidad en carne viva de que buscamos confiar, pero que quizás buscamos donde nunca la vamos a encontrar, porque son personas, lugares o actividades que justamente no están abiertos o porque podría ser que simplemente los usamos de escudo para no desarrollarnos completamente. Que Escorpio es transformación no es nada nuevo, pero que esa transformación nos impulse a la acción en pos de las propias verdades y que nos sintamos con ganas de correr los velos para desenmascararnos es un acontecimiento que no siempre está disponible. Siempre depende de nosotros mismos llevar adelante las transformaciones y este es un buen mes para esto.
Las formas de relacionarnos continúan en proceso de cambio. Encontraremos que desde la propia confianza y sabiendo hacia donde estamos desplegándonos las relaciones cobran significados diversos. Hay relaciones que si no están disponibles para modificarse, quedarán atrás, quizás sin sentir pena por ello, sino tan solo que no están disponibles para los nuevos tiempos. Fortalecer los cambios podría ser un lema para este mes escorpiano que cuenta con la presencia de Júpiter, Mercurio y el Sol que trabajan activamente para que abramos nuestra mente y nuestro sentido a comprender que las cosas deben fluir, que ejercer intentos de poder, manipulación o cosas no claras ya no es la forma de confluir. Estos tres planetas unidos ayudan a la preparación del terreno para que cuando el 6 de noviembre cuando Venus entre en Escorpio tengamos la posibilidad de comprender el amor desde aquello que nos moviliza, desde la valoración y desde la sexualidad como parte de la necesaria entrega que implica el estar y compartir con otro.
Buen mes y seguiremos en contacto porque hay varias alineaciones que merecerán la pena comentar.
Mariana—
Un comentario sobre “Llegamos a Escorpio- Mes de decisiones internas e intensas- 24 de octubre 2017”