Los últimos días de Urano en Aries suena a despedida, y como tal lo hace de la mano de Mercurio, energías compatibles que nos permite tener una rápida visión de lo sucedido en estos últimos años. Como Urano no se despide así sin más, es importante analizar estos últimos días. Luego de 7 años de haber estados sumergidos en la vibrante energía de Urano en Aries en que el ritmo estuvo teñido por fuertes cambios, agitaciones internas, luchas por conservar la individualidad, acontecimientos que nos movilizaron a resolver rápidamente los imprevistos que permitieron que tomemos conciencia de nuestra capacidad de resolución y de acción; ahora estamos sintiendo ya (en parte) la necesidad interna de tomar otro ritmo, de darnos el tiempo para el disfrute, de encontrar estabilidad y sentirnos, reunirnos y compartir en forma apacible y todo lo que se presente en formas de violencia disruptiva nos producirá rechazo porque estará remitiéndonos a un pasado con el que ya no comulgamos. Urano unido a Mercurio en su ingreso a Tauro nos lleva a romper algunos conceptos que nos provoquen ataduras y dependencias para darle espacio a lo que cuadra más ahora con este nuevo estado que estuvo surgiendo y que se hizo presente en las primeras semanas de abril (ver link: Preguntar por el amor es preguntar por la vida.). Pensar en lo nuevo, en las nuevas formas de expresarnos, conocernos y conocer lo que nos circunda. Nuevas sensaciones requieren de nuevas formas de enfocar la vida y nuestros objetivos. Cambios en la estabilidad van a ser moneda corriente, queda en nosotros (como siempre) saber adaptarnos y estar dispuestos. Pero todo tiene su otro lado, y con esto me refiero a Marte (acción y energía) está en tensión con Urano y Mercurio. Los temas van a salir a la luz, tendremos que tener cuidado con la carga de las palabras y los pensamientos. Cuando se dan estas tensiones, lo mejor es saber cómo canalizar la tan fogueada energía de Marte/Urano y Mercurio para generar y afianzar esas nuevas formas que requerirá este nuevo ciclo evolutivo.

Signos y Ascendentes:

Los signos fijos (Tauro, Leo, Acuario y Escorpio) quienes hayan nacido entre los 6 primeros días del signo ( del 21 al 25 de Abril/ Julio/Enero y Octubre) o con Luna en los primeros grados de los signos sentirán la fuerte influencia del ingreso de Urano en Tauro y de Marte en Acuario (16 de Mayo). Esta influencia no es mala, sino que requiere ya estar planteando otra forma de concebir la vida, los objetivos y las relaciones.

Los signos cardinales (Aries, Cáncer, Libra y Capricornio) quienes hayan nacido entre los 6 últimos días del signo ( del 15 al 20 de Abril/ Julio Enero/ y Octubre) o con Luna en los primeros grados de los signos sentirán la fuerte influencia del ingreso de Urano en Tauro y de Marte en Acuario (16 de Mayo). Esta influencia es de liberación y posibilita una forma de estabilidad que no han sentido en los últimos años.

Los cambios que Urano propone siempre son contundentes y nos llevará a plasmar concretamente las ideas gestadas con el eclipse del 21 de Agosto de 2017.  Urano sacude a Tauro (de naturaleza lenta y de permanencia tal como están las cosas; a quien los cambios le cuestan tiempo) y esto no será posible. Las cosas cambiarán hacia otras formas de materialización, otros valores regirán nuestras vidas. El concepto de lo que es la riqueza será trastocado, lo que valoramos en los demás será la forma de administrar la vida y no el poder del dinero o influencias. Estamos entrando en un ciclo matizado por lo sensorial, la belleza y la valoración que le demos a nuestra vida, a nuestras relaciones y a nuestra forma de generar nuestros recursos. El valor está en lo que permanezca en el cambio. La trasmutación de valores será en pro de la valoración de lo que es ser un ser humano en lo colectivo y en nuestras relaciones más cercanas. Tauro es sensualidad, es nuestro cuerpo, lo tangible.

Mariana