Siempre que llegamos a Luna en Libra, los intentos de crear puentes de armonía teñidos por la suavidad y la elegancia de Libra. Pero esta Luna en la cual podríamos pensar que abre las puertas al romanticismo y que será posible que como en un cuento de hadas el príncipe azul o la hermosa princesa se hagan presentes. Esta Luna no tiene esas características, está muy influida por la potencia plutoniana, que nos arrastra a la interna comprensión de que bajo toda relación existen determinados patrones que buscamos confirmar para asegurarnos un triunfo. Esto ya no es más así. En todo cuento de hadas hay una espera que encierra un sufrimiento, e implica que lleguemos a un final feliz. La pregunta sería ¿existen los finales felices? Hace tiempo que escribo sobre el cambio de conciencia, que han habido muchos momentos que nos sirvieron para enfrentarnos a nuestras formas fijas. Ahora es uno de los momentos claves para ser sumamente sinceros y preguntarnos qué es una relación.

La unión de la Luna y el Sol en Libra en el Grado 26 de Libra es un encuentro mágico de evolución y transformación. Como se encuentra opuesta a Urano es un momento ideal para comprender que no hay espacio ni tolerancia para que las cosas sigan siendo lo que eran. Las intenciones de reformular, de re establecer reglas tendrán que tomar en cuenta la tensión existente entre el Yo de la libertad y de la independencia con el Yo de libertad e independencia del otro. Los diálogos se pueden tornar tensos si cada uno se encierra en su propia postura.  También es un buen momento para decir las verdades que ya no podemos ocultarnos.

Es una excelente Luna para comprender que ceder no siempre implica ceder libertad, sino crearla desde la relación Este es el gran secreto de esta Luna. Los vínculos que busquen sometimiento no tendrán posibilidad de transformación y seguramente no podrán experimentar el crecimiento individual en relación. ¿Cuál es la verdad? no hay una verdad, sino la necesidad de profundizar y buscar el sentido mismo de lo que implica la relación para cada una de las partes. Tengamos en cuenta que es una Luna que por sus configuraciones pone en evidencia las proyecciones que hacemos de nuestros temores más ocultos sobre los otros. Es aquella parte oscura a lo que no queremos enfrentarnos. No tenemos que desestimar que horas después de la Luna Nueva en Libra pasa a Escorpio, ámbito de Plutón, y es allí donde el enfrentamiento tendrá lugar.

Hermoso momento para reconstruir desde la apertura, el 23 de octubre el Sol entra en Escorpio, para traer a la luz nuestras emociones y el contacto profundo que sentimos con otro. Los días 25 al 27 de octubre serán días muy importantes para tomar plena conciencia y decidir temas relacionados con las relaciones.

Disfruten las transformaciones que trae esta Luna, que quizás no respondan plenamente al cuento de hadas que nos hemos creado, pero que seguramente servirá para sincerarnos y poder sostener y crear vínculos plenos.

Mariana