Dejamos atrás un año que fue duro pero maravilloso. Duro porque recorrimos caminos que nos llevaron a desandar nuestra historia. Desandar para llegar al punto de poder reencontrarnos. Ahora iniciamos la estructura y la consolidación. Preguntarse por el propósito de vida es la semilla. Preguntarse por el amor, es poder responder a nuestro sentido. Estamos en la vida…dancemos con ella. Disfrutemos en la coreografía de darle sentido al movimiento que es el tiempo en el que transcurrimos.
Felicidades para todos y estemos preparados para sentir y amar. Esa es la vida que merece la pena.
Feliz 2018!!!!!!
Mariana